George Westmore fue el gran pionero del maquillaje cinematográfico en Estados Unidos. Era un diseñador de pelucas inglés que en 1917 instaló el primer estudio de maquillaje en Hollywood y fue fundamental en establecer el trabajo del maquillador como parte esencial de la producción cinematográfica. La mayor parte de su carrera, George trabajó de manera independiente tanto en películas como de forma personalizada para estrellas como Mary Pickford. Pero quizás su mayor aporte fue establecer toda una dinastía de maquilladores que revolucionarían este arte en los años siguientes.
Hasta ahora ya han sido cuatro las generaciones de la familia que se han dedicado a servir a Hollywood como maquilladores. Seis fueron los legendarios hijos de George: Perc, Ern, Monte, Wally, Bud y Frank, los cuales muy prontamente eclipsaron el trabajo de su padre haciéndose acreedores del éxito del negocio. Hacia 1926, Monte, Perc, Ern y Bud habían entrado en la industria para convertirse en los principales artistas del maquillaje y de las prótesis de los más importantes estudios de Hollywood.
Desde “Lo que el viento se llevó” hasta “El planeta de los simios”, y pasando por “El jorobado de Notre Dame”, “Star Trek” y los looks de Bete Davis, entre muchos más, los Westmore son los reyes de la transformación facial. De hecho, Universal, Warner Bros., 20th Century Fox, Paramount, todos estos grandes estudios del cine americano los han llamado a ser parte de sus creaciones, y de forma especial les han encargado la confección de mascaras, prótesis y segundas pieles de diferentes personajes de ciencia ficción. Todo esto los llevó a acreditarse una estrella en el paseo de la fama.
La segunda generación de Westmore, Perc, Ern, Monte, Wally, Bud y Frank, todos hijos de George, dominó el arte del maquillaje cinematográfico en los años 30s y 40s (se dice que el 80% de las películas producidas en Hollywood durante esas décadas tenía el apellido Westmore en sus créditos). Wally dirigió por varios años el departamento de maquillaje de Paramount, siendo su trabajo más famoso el maquillaje de la película “Dr. Jekyll and Mr. Hyde” (1931). Para lograrlo, Wally utilizó maquillaje de distintos colores de acuerdo a los pasos de la transformación del personaje y luego durante la filmación se utilizaron filtros de color para las cámaras en la misma secuencia de color en la que se hizo el maquillaje.
Bud Westmore, por su parte, fue el director del departamento de maquillaje de Universal durante toda su carrera y tiene entre sus créditos haber creado, junto con un grupo de artistas, el monstruo protagonista de “Creature from the Black Lagoon” (1936), el cual estaba inspirado en la idea de una rana gigante y cuya producción, que lo convirtió en una de las criaturas más costosas, incluyó construir una cola mecánica, elaborar garras y hacer una máscara de látex con lentes amarillos.Tanto “Creature from the Black Lagoon” como “Dr. Jekyll and Mr. Hyde”, “The Phantom of the Opera” y “The Hunchback of Notre Dame” hicieron parte de una serie de filmes producidos por Universal Studios llamada Universal Monsters. Esta serie, realizada entre 1923 y 1960, fue fundamental para que el maquillaje se volviera protagonista en la producción cinematográfica, pues se encargaron de traer a la vida a las ahora icónicas imágenes de personajes como el Hombre Lobo y Drácula. Pero el maquillaje de monstruos, aunque el más vistoso, no fue el único que empezó a ser más y más importante.
Al igual que Wally y Bud, su hermano Perc Westmore dirigió un departamento de maquillaje de otro de los grandes estudios: Warner Brothers. Entre las películas en las que trabajó, se encuentran “Casablanca” (1942) y “The Treasure of the Sierra Madre” (1948). Su contribución más grande fue la invención de la hair lace wig (peluca de encaje), la cual se adhiere temporalmente a la línea donde comienza el cabello de modo que se ve natural y al tiempo hay poca posibilidad de que se caiga. Este invento se popularizó por fuera del mundo cinematográfico y hoy en día tiene un uso extensivo.
El último de los Westmore en dirigir el departamento de maquillaje de uno de los grandes estudios fue Ern, quien trabajó en RKO durante gran parte de su carrera y tiene el honor de ser el único de sus hermanos en ser reconocido por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMPAS), recibiendo un Oscar Especial por su trabajo en “Cimarron”, el primer maquillador en recibir este tipo de reconocimiento.
Por otro lado, Monty y Frank, aunque no lograron cargos de poder en ninguno de los grandes estudios, contribuyeron también a la historia del maquillaje cinematográfico. Monty fue el maquillador personal de Rodolfo Valentino durante muchos años, creando el look característico de una de las estrellas más importantes de la época, además de ser el encargado del maquillaje de “Gone with the Wind” (1939), mientras que Frank se destacó por ser el inventor de la técnica de pintura con spray, la cual desarrolló en su trabajo en “The Ten Commandments” (1956) para resolver el problema de tener que maquillar a cientos de extras cada día.
La familia, en conjunto, construyó el “Salón Westmore”, que se dedicó a servir tanto a estrellas como al público en general. Las generaciones posteriores a George y sus hijos han perpetuado el apellido, y entre ellos están los hermanos Miguel y Marvin, que se han destacado con la creación de efectos especiales de maquillaje en películas como Blade Runner, La máscara y Toro Salvaje. Además, algunos de los Westmore de la generación actual se han convertido en prominencias del arte del maquillaje, no solo trabajando en películas u obras de teatro, sino también en maquillaje terapéutico para víctimas de quemaduras faciales, enfermedades y accidentes.
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