Perfiles: Eduard Artemiev, en el nombre del arte sonoro


Eduard Artemiev (Novosibirsk, Rusia,1937-) es el primer compositor ruso que empleó música sintética en el cine, en el filme de A. Muradeli, El sueño que viene (1963). Sus siguientes trabajos llamaron la atención de la crítica internacional, que en 1968 ya le reconocía como un compositor de prestigio.

Empezó a colaborar con Andréi Tarkovski en la banda sonora de Solaris (1972), y continuó haciéndolo en sus dos siguientes filmes, El espejo (1975) y Stalker (1979). Fue asimismo encargado por Tarkovski de la música para la adaptación de Hamlet, que el director puso en escena en el Teatro Komsomol de Moscú.

Posteriormente, Artemiev musicaliza Siberiade, película épica que gira alrededor del linaje de dos familias siberianas enfrentadas, a partir de las cuales abarca unos 60 años de historia rusa. El film fue dirigido por Andréi Konchalovski en 1979 y contó con la colaboración de destacados actores soviéticos como Nikita Mihalkov o Lyudmila Gúrchenko.

Luego Eduard Artemiev mantiene una prolongada sociedad artística con el director Mihalkov, participando en las películas: Oblómov (1980), Urga (1991) y Quemado por el sol (1994), con la que obtienen un Oscar como Mejor Película en habla no inglesa.

Su última intervención más importante es, nuevamente, con Konchalovski en 2010, para el film The Nutcracker in 3D, adaptación en cine tridimensional de El cascanueces.

Artemiev es, sin dudas, uno de los compositores rusos más aclamados de la música electrónica entre los años 70 y 90. Se especializó en la creación de bandas sonoras y tiene en su haber más de 150 películas. Aparte de bandas de sonido, se ha dedicado a dar conciertos de música clásica y ópera, aun hoy a los 76 años.





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