El Cine Independiente ha transitado
un extenso camino, en paralelo o transversalmente con el Cine tradicional o
comercial. Un extenso camino no sólo en el tiempo, sino también en las formas
de concepción, en la visibilidad y el debate público y, sobre todo, en el modo
de definirlo o caracterizarlo.
Cotejando autores y
tendencias, lejos de aproximarnos a una conceptualización genérica, encontramos una multiplicidad de criterios y
fundamentos que torna más difusa aun la enunciación de un axioma único.
En la búsqueda de
definiciones, sin embargo, se pueden trazar algunas líneas de análisis
considerando las ideas más recurrentes en donde pivotea cualquier teoría sobre
Cine Independiente.
Autofinanciación
El autofinanciamiento tiene que ver con la obtención de capitales propios
o externos al servicio de la realización de la película. Es la manera de
encarar el proyecto sin el respaldo económico de los grandes estudios. La
utilización de formas financieras alternativas a las convencionales, que
sostengan o colaboren con los costos de producción y/o filmación y/o
distribución. Se contemplan aquí los programas estatales de promoción
audiovisual, como en el caso de Argentina a través del Incaa, y las empresas o
particulares que aporten porcentajes sustanciales del presupuesto global. De
hecho, en la provincia de Córdoba la totalidad de las producciones
cinematográficas han recibido apoyo del Incaa y, en menor medida, de organismos
provinciales o privados. De otra forma, el auge del hoy llamado “Nuevo Cine
Cordobés” y su flujo permanente de títulos, no hubiera sido posible.
Autogestión
La independencia del sistema de estudios conlleva aceitar minuciosamente
cada engranaje del proceso de realización. No supone sólo la búsqueda de
fondos, sino también el involucrarse directamente en cada etapa de producción:
locaciones, casting, vestuario, técnica en general, filmación, edición y
participación en festivales, entre los más relevantes.
Autonomía Creativa
El realizador independiente plantea temáticas
novedosas para sus historias, o busca formas de narración diferentes a las
tradicionales. Posee control sobre el guión y la manera de filmarlo. La
película responde a su criterio estético (fotografía, tempo, actuaciones,
sonido, edición, entre otros parámetros).
Independencia Ideológica
Sin someter su creación artística a la anuencia de
otros y sin condicionamientos externos de tipo político, religioso o moral, el
director está liberado de cumplir cualquier otro mandato que no sea el propio.
Si bien estas son algunas
aristas del Cine Independiente o Indie, que pueden ubicarse individualmente o
integradas, es habitual encontrarlas en distintos intentos por delimitar y
caracterizar esta manera de realización.
Algunos teóricos
incorporan conceptos como Cine de Autor asociados al Cine Indie, la cual no
conforma por sí misma una característica excluyente, ya que hay muchas obras
que son de fácil identificación por la marca que imprime su realizador y, no
obstante, pertenecen a producciones de
estudios. Citemos a Wes Anderson, Quentin Tarantino o Richard Linklater,
por ejemplo, cuyas películas tienen el sello inconfundible de cada uno, pero el
respaldo financiero de las majors.
Otros autores afirman,
en cambio, que el auténtico Cine Independiente es el llamado Cine Arte, donde la
libertad creativa es absoluta y la cuestión comercial no es percibida como central.
Finalmente, están
aquellos que consideran que la designación de Cine Independiente, como tal, es cada vez más
ambigua, pues hasta los estudios más importantes de Hollywood han creado marcas
propias para contener producciones catalogadas con este nombre. Incluso se
habla de explotación y corrupción del término Indie, al situarlo como un
“género” más dentro del cine, y concebir obras con el único fin de
comercializarlas para un segmento determinado de público.
Ha recorrido un largo
camino, decíamos en un principio. De aquel gesto innovador de solicitar un
dólar por oyente en un programa de radio, con el que John Cassavetes reunió los
2 mil necesarios para filmar su ópera prima ”Shadows” (1959) hasta hoy, muchas
cosas se han modificado.
La especialización
técnica, la apertura de pensamiento y el abordaje de temas tabúes, la
experimentación permanente, la predisposición cada vez mayor del espectador a
conocer y saber más de cine, la aparición de las nuevas tecnologías, la libre
distribución por Internet, la descarga gratuita y los soportes móviles, han
abierto un mundo de posibilidades para el Cine en general y para el
Independiente en particular.
Una variedad de obras audiovisuales, que son
patrimonio cultural y afectivo del mundo contemporáneo, vieron la luz gracias a
esta singular y efectiva modalidad de hacer cine.
Y mientras los teóricos y
opinólogos analizan etiquetas y no se ponen de acuerdo, en diferentes rincones
del planeta un director asume el compromiso de hacer cine, sólo por el placer
de hacerlo lo mejor posible.
Jackie Bini
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