Las Motitos, codirigida por Inés Barrionuevo y Gabriela Vidal, fue la película cordobesa que restaba estrenar en el 35° Festival Internacional de Cine de Mar de la Plata. Y lo hizo el viernes 27 en la Competencia Argentina.
La historia
transcurre durante la ola de saqueos en la ciudad de Córdoba, a raíz del
acuartelamiento policial que desató el caos. La película está inspirada en el
libro de Vidal, Los chicos de las motitos.
“Conocía a
Inés, vi sus películas y le dije que estaba escribiendo una historia de mi
barrio, de amor adolescente. Es una novela, te la paso. Ella me dijo que era
una bomba y le contesté: Dirigíla. Me dijo que no, que dirige lo que escribe.
Entonces ahí propuse que lo hagamos juntas. Y fue una codirección desde ese
primer momento que no teníamos nada. Llevamos cuatro años, todo el desarrollo,
el rodaje, el final. Así llegamos a esta instancia, fue muy natural el proceso.
Tal vez inconsciente. Recién ahora estamos racionalizando lo que significó”,
expresa Vidal.
Barrionuevo nos cuenta que soñaba con tener una moto
cuando era chica. “Mi mamá maestra de historia y mi papá apicultor nunca me la
pudieron comprar. Iba a un colegio de inglés super cheto y en ese barrio, de
clase media-alta, era un símbolo de status tener una moto de adolescente. Pero
si uno se traslada unos kilómetros más allá, en otro barrio de clase más
popular, la moto tiene un significado totalmente distinto. La compran en
cuotas, es una herramienta de trabajo, hacen delivery. Pero simbolizan lo que
culturalmente se le ha asignado, tener moto y usar gorritas es ser un posible
merodeador, un posible choro. Pero tiene que ver con un lugar, con un barrio,
por donde ese chico circula y por cómo está vestido”.
Personajes
reconocibles y logrados, tanto los de Juliana y Lautaro, los protagonistas,
como los secundarios, en un acertado casting.
Al
respecto, Gabriela Vidal explica: “Hicimos
todo tipo de casting, en el barrio, a través de una castinera, en casa del
productor, en casa de Inés. Fue una búsqueda larga y compleja y en el elenco
hay actores profesionales, no actores, clase media, clase baja, está bien
nutrido. Tuvimos suerte con la parejita protagónica, cayeron a un casting, ya
eran novios y teníamos todo ese trabajo del enamoramiento ya facilitado. Cada
personaje venía ya cargadito, desde la escritura, incluso los secundarios, que
están muy marcados, muy distintivos, que ayudan a detonar la tensión. Desde el
proceso de guion hicimos mucho hincapié en la profundidad de los personajes. Y
que esa profundidad se vaya develando de a poquito”.
“Cada
escena está por algo, está para hacer avanzar la historia en algún sentido. Ya
sea para una reflexión de los personajes, para algo que tiene que pensar o
hacer. Más el trabajo de montaje que hicimos con Lucía Torres que fuimos por
ese lado, una película que está en movimiento constantemente. Que va, va, va… “,
sintetiza Inés Barrionuevo.
Inés María Barrionuevo nació en 1980. Dirigió los cortos:
Picnic (2005), La quietud (2012), La prima sueca (2016). Su primer largometraje
es Atlántida (2014). Julia y el zorro (2018), su segundo largometraje, recibió
la Mención Especial de la Competencia Argentina del 33° Festival de Mar del
Plata. María Gabriela Vidal nació en
1972. Es guionista, escribió tres novelas y dirigió su ópera prima, que se
encuentra en posproducción.
Ficha Técnica:
G: María
Gabriela Vidal
F: Marcos
Rostagno
E: Lucía
Torres Minoldo, Marcelino Islas Hernández
DA:
Carolina Vergara
S: Atilio
Sánchez
M: Andrés
Toch
P: Martín Paolorossi,
Andrea Vitali
CP:
Gualicho Cine
I: Carla
Gusolfino, Ignacio Pedrone, Carolina Godoy, Erika Cuello, Miguel Ángel Simmons
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