El nombre de Enrico Barbizi ocupa habitualmente un lugar destacado en la agenda cultural de Córdoba. Es que este polifacético artista, músico, docente, autor y compositor, cantante, arreglador y director musical, siempre está con algún proyecto en marcha. En constante movimiento. Y durante el 2020, en pleno encierro pandémico, nos sorprendió compartiendo pequeñas obras de arte, de algunos minutos de duración. Sus redes sociales se colmaron de Colaboraciones Danzantes, una Serie de videos con canciones suyas y coreografiadas por artistas de distintas partes del mundo. Lo que parecía ser una genial ocurrencia temporal, lleva hoy 130 capítulos publicados y, al menos, 30 más por ser enviados y subidos.
La Serie de Colaboraciones Danzantes tiene una dinámica muy concreta que le
permite conectar y entretejer redes con artistas de diferentes geografías. Así
la detalla el músico: “simplemente les escribo por Whatsapp, Instagram o
Facebook. En la primera etapa fue con conocidos, pero luego se ve que se corrió
la bola entre los artistas y algunxs comenzaron a escribirme a mí para
participar. Luego el famoso algoritmo hizo lo suyo: mi Instagram se llenó de
bailarinxs y comencé a contactarme con ellxs. Les envío algunas opciones de
canciones y músicas para que elijan la que más los convoque. A partir de allí
cada artista (como puede y quiere, con absoluta libertad), debe generar
material en vídeo con su interpretación. Esos vídeos me los envían, hago la
edición con mi celu (no tengo compu), se los muestro y, cuando me dan el ok, se
publican los capítulos en todas las redes. Al comienzo eran muy caseros porque,
literalmente, nadie podía salir de sus casas. Pero luego se fue abriendo y
comenzaron a verse videos con una hermosa y cuidada producción”.
Las piezas
audiovisuales permiten un recorrido por gran parte de la obra de Enrico, pero
es interesante saber cómo es la selección de sus temas para destinar a cada uno
de los bailarines. Al respecto, describe: “por suerte, luego de tantos años de
hacer canciones y músicas instrumentales y grabar discos, tengo mucho material
(alrededor de 100 obras). Así que pude ofrecer opciones a cada artista e ir
intentando que no se repitan. Esto lo logré hasta el capítulo 90 más o menos.
Luego comencé a notar que elegían obras que ya estaban hechas en capítulos
anteriores. Esto me hizo ruido en su momento, pero luego me di cuenta de que
podía ser muy interesante pues no hay 2 interpretaciones iguales de una obra.
Cada artista le puso lo suyo aportando a la Serie una diversidad,
heterogeneidad y amplitud muy grande. Eso me encanta. Porque hay diferentes
recorridos y trayectorias. Gente con enorme experiencia junto con otra que está
comenzando y cada quien con su búsqueda, investigación, estética y poética
propia”.
Hay una
fuerte participación internacional en las producciones que se explica por la
convocatoria realizada a través de las redes a sus propios seguidores. “Me di
cuenta que todos y todas en cualquier lugar del mundo andábamos con ganas de
hacerle frente al encierro con lo nuestro, el arte. En la serie hay bailarinxs
de EEUU, China, Rusia, Italia, España, Nigeria, Francia, Portugal, Inglaterra,
Suiza, Alemania, Rusia, Bélgica, Japón, Canadá, Méjico, Brasil, Colombia, Perú,
Uruguay, y, por supuesto, Argentina”.
Enrico Barbizi |
Hay muchas
anécdotas en este tiempo, generadas por el intenso intercambio con artistas de
los más variados estilos y orígenes. Por ejemplo, la que relata Barbizi cuando
“luego de chatear en inglés (eso significaba copiar lo que me escribía, pegarlo
en el Google Translator, ponerlo es español, leer, luego contestar y poner el
traductor en inglés, copiar y enviárselo) durante varios días con una bailarina
ella me dice ´Veo que eres de Argentina. Yo hablo español´”. O la vez que recibió 86 videos de una artista
pues “siempre les digo que está bueno generar varios videos con diferentes
planos, ángulos y movimientos de cámara para ayudar en el ritmo de la edición
que yo hago. Casi me muero. ¡Ahí fue cuando comencé a decirles que me manden
hasta 10!”.
Si bien la
propuesta no parece agotarse, ya que se refresca con cada nueva obra, la idea
es continuarla desde otra parte: “No he pensado el hasta cuándo, pero creo que
lo que he hecho tiene mucho valor de registro y una hermosa sensación de comunidad.
Mi trabajo, sin darme cuenta, resultó ser algo novedoso y agradecido por
artistas enormes de todo el mundo y eso no es poca cosa. Probablemente la serie
esté cercana a su fin, pero luego, con todo este material, tengo ganas de hacer
otra cosa. Hay ideas y proyectos en mente. Al comienzo fue para redes
solamente, pero luego, al ver la magnitud y la importancia que creo que tiene
lo que he generado, me dieron muchas ganas de ir más allá. Me encantaría poder
hacer un documental así que, si hay directores/as, guionistas y, sobre todo,
inversores y sponsors interesados entre quienes lean esta nota, escríbanme. Otra
idea es realizar un espectáculo performático muy grande aquí en Córdoba (pero
con posibilidades de moverlo) en el que se intervenga el espacio público. No
hay muchos antecedentes de lo que tengo en mente. El único que se me ocurre es
la locura hermosa que hizo hace muchos años la gran Cheté Cavagliatto con el
Infierno, Paraíso y Purgatorio.
Así que en
eso estamos... Andando nomás (no menos) tratando de (y este fue el leit motiv de la Serie) ser, dar y recibir linda compañía”,
concluye Enrico Barbizi.
Para ver
todos los capítulos de la Serie de
Colaboraciones Danzantes, pueden visitarlo en su canal de YouTube o en su cuenta de Instagram.
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